La corona es del Rey (V)
- Raquel Oliva
- 21 mar 2020
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 9 ago 2020

"La llevaré al desierto" y allí hablaré a su corazón, la cortejaré, la limpiaré y le daré un vestido nuevo conforme a su dignidad. El #desierto es el lugar de mis amores, por eso elegí el camino más largo, Israel dio un rodeo para asegurarme de que no pudiera volver atrás. No mires atrás como la mujer de Lot, avista, más bien, el futuro rutilante que intuyes cuando contemplas al traspasado.
"La llevaré al desierto", al lugar donde la sané cuando, mordida por la serpiente, yacía en estertores de muerte. Allí me miraste, me contemplaste, me dejaste ser tu #Salud cuando estabas rota. Quieres ser fuerte, pero yo te desarmo; quieres ser grande, pero yo te empequeñezco; quieres ser, pero yo te llevo a ser.
Manos vacías, corazones quebrantados, almas sedientas y cuerpos fatigados: contemplad al que traspasaron porque de su cuerpo, frasco roto, os manará el torrente vivo de su #Salvación.
"Que me bese con el Beso de su boca".
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